Al interior de una casa de dos pisos ubicada en la localidad de Liquiñe, fue encontrada una fábrica clandestina dedicada a confeccionar armas de fuego de diverso tipo, como pistolas y escopetas.
En el allanamiento hallaron armas listas para ser usadas y otras en proceso de ensamble, destacando entre ellas, 31 armazones de arma de fuego artesanal, 68 cañones estriados de pistola calibre 9 mm, 69 piezas metálicas de tipo empuñadura, una pistola 9mm con su cargador, además de 500 cartuchos de 9 mm.
Pero además había equipos de comunicación radial de diseño militar, inhibidores de señal, un visor nocturno, vestimenta táctica, suministros de supervivencia y primeros auxilios.
También se cuentan equipos de GPS, además de máquinas de tornería y fresadoras que formaban parte de una línea de montaje para la fabricación de las armas de fuego. Tal como lo confirmó el perito balístico de la Policía de Investigaciones (PDI), Alejandro Alcázar.
El director general de la PDI, Eduardo Cerna, explicó que la investigación se ha extendido por aproximadamente un año y hasta el momento no hay personas detenidas.
Por su parte, el fiscal nacional Ángel Valencia, calificó el hallazgo como de gran relevancia porque las armas tenían como fin la comisión de delitos violentos.
Al interior de dicho inmueble también se encontró abundante literatura mapuche, junto a una bandera y un cintillo utilizado por dicha etnia indígena, conocido como trarilonco, pero por parte de las autoridades no se entregó información sobre eventuales vínculos con alguna comunidad del sector.