Columna de opinión: «No tenemos Guaripola»

Estamos a solo horas de vivir una fecha que será recordada por generaciones, donde se cuente la leyenda que lo imposible se hizo posible gracias a un puñado de estudiantes secundarios, hace exactamente un año, llamaron a evadir el pago del pasaje del Metro de Santiago, que ya era “gueveo” para la economía de los que tienen menos, ganan menos, roban menos. Los estudiantes siempre han sido de agitación social, pero también agentes de cambio. Esto podría haber pasado sin pena ni gloria, pero gracias a la arrogancia e ineptitud política de algunos ministros, que llegaron a ningunear esta acción de rebeldía ante la economía que es buena para unos pocos, pero no para la mayoría. Un Ministro dijo en televisión, “Cabros esto no prendió” … eso hizo prender la mecha de la rabia en palabras que lo seguirán por el resto de su vida. Luego, otro Ministro, más tontorrón que el anterior, dijo que, para ahorrarse los treinta pesos, la gente “podría levantarse más temprano” … es decir, si ya la gente se levantaba a las 05.30 horas para cruzar Santiago y llegar a las 08:00 a sus trabajos, ahora se sugería levantarse a las 05:00 horas. A raíz de estos dichos de mala leche, la pregunta que se hizo la clase trabajadora fue, si me levanto a las 05:00 horas como dice el ministro, ¿Cómo lo hago con los niños que van a la escuela y el furgón pasa a las 07:00 horas, los dejo solos?

Alguien dirá, claro, que hubo violencia y destrucción, pues sí, porqué ocultarlo, sobre todo cuando el sistema económico chileno está basado en la violencia económica. Esto no lo digo yo, sino estudios e investigaciones nacionales e internacionales El caso es que el Estallido Social se le escapó de las manos al Gobierno y la revuelta, aunque los canales de televisión intentaron hasta el hastío vincularlo a la delincuencia, que, si la hubo, siempre la habrá y en todos los países del planeta, imperó la visión de que había que hacer cambios para impedir que se repitiera esta situación. Esto fue tan sorpresivo, inesperado e increíble que, hasta la misma Primera Dama, Sra. Cecilia Morel, en un audio de WhatsApp, decía que “Tendrían que compartir sus privilegios”. En castellano, que no podían seguir escondiendo la realidad.

Eso ya hace un año y en 48 horas más podremos hacer algo que se creía imposible, votar por cambios reales a la Constitución de Pinochet, la Constitución del 80. Yo estaba chico y aún recuerdo que mi papá fue a votar, cuando regresó y creo fue mi primer acercamiento a la política, le pregunté qué había votado, por el SÍ O POR EL NO. Me dijo no te puedo decir. Eso quería decir que había votado por el NO, pero ganó el Sí, por la sencilla razón de que las urnas las cuidaban militares con fusil en mano.

Acá debemos ser honestos, este sistema político y económico, ha sido aprovechado no solo por (obvio) los sectores de derecha, sino que también por sectores de (seudo-izquierda), que vieron la posibilidad de ganar mucho dinero comenzando por Alcaldes hasta Senadores de la República. ¿Por qué?, simple, porque estos escaños están hechos para que estos políticos, “se achanchen” con sus privilegios y más allá de su postura política no quieran cambiar las cosas, aunque de la boca para afuera vociferen lo injusto que es el SISTEMA. En este año, dijeron que se bajaran los sueldos, fue un buen chiste, de hecho, los Alcaldes se subieron el sueldo. Acá en la comuna, por si la gente no lo sabe, el Alcalde se embolsa mensualmente $7.000.000 (siete millones), sin contar los ingresos por horas extras, viáticos y otros que no sabemos. Es decir, gana casi como un médico y muchísimo más que un profesor. Es muy probable que cuando deje el poder, no trabaje nunca más. No sé si esté justificada esa brutalidad de dinero en la gestión pobre, a alguien que cursó una carrera por internet y regalada.

Hoy en Chile no creo que surja una revolución armada, aunque unos lo añoren y otros le teman. Lo cierto es que necesitamos cirugía profunda a las instituciones, que la justicia funcione, que la educación de verdad de posibilidades y que las leyes anticorrupción sean “draconianas”.

En los veinte años que llevo viviendo en Panguipulli, he participado en todas y cada una de las elecciones de Alcaldes y Concejales. Sin embargo, esta fecha es especial, ya que, aunque era la fecha para elegir nuevo Alcalde, se trocó por el Plebiscito del APRUEBO/RECHAZO de la Nueva Constitución Política.

La tradición política en estos procesos electorales coloca a los Alcaldes en ejercicio como “GUARIPOLAS O LÍDERES” de dicho proceso, donde de un día para otro, o pueden ser HÉROES O LES CAERÁ LA GUILLOTINA, ya que se deposita el ellos la responsabilidad política del éxito o fracaso electoral. Pero acá, y es primera vez que lo veo algo así, el Alcalde no ha jugado y al parecer no jugará un rol de liderazgo o guaripola en este acto electoral, fundamental para el futuro del país. No se le ha visto convocando, invitando a las Fuerzas Políticas de Centro Izquierda y las pocas convocatorias de la Centro Izquierda han sido auto convocadas por los partidos, cada día venidos a menos. Esto es preocupante, ya que el Alcalde es militante del Partido Socialista (aunque sus actitudes y comportamiento con los vecinos y las Comunidades Mapuche dicen todo lo contrario), no ha dicho por qué opción va a votar.

¿Qué nos dice esto?

Que no le importa, que está solo, abandonado y sumergido en sus fantasmas y tratando de visualizar que será de su futuro cercano.

Bueno, también es de justicia decir, que nunca lideró nada, solo está en el sillón alcaldicio, no porque sea alguien brillante, porque no lo es, sino simplemente porque el Alcalde anterior, pecó de soberbio y la gente aplica, aunque en silencio el voto castigo.

NO HAY GUARIPOLA…

Pero no nos preocupemos, no podemos esperar a líderes de cartón, la historia los juzgará.

Aún hay Patria Ciudadanos, a votar el domingo, es nuestra responsabilidad histórica.