Cámara Chilena de la Construcción y gremios de la Araucanía, Bío Bío y Los Ríos se unen para promover inversión en zonas rurales afectadas por violencia

Por primera vez las Cámaras de la Construcción del Bío Bío, Araucanía y los Ríos se unen para dar forma a un inédito programa que busca incentivar la construcción de obras en la Macrozona Sur, afectada durante años por la violencia rural.

El proyecto, denominado “Construyendo Esperanza”, busca generar conciencia y promover el desarrollo de obras concretas en zonas rezagadas en las que, por ejemplo, aún no hay acceso al agua, alcantarillados o caminos.

De acuerdo con los registros de la CChC, son cerca de 500 mil las personas que viven en esta zona del país y que no cuenta con acceso a agua potable. El problema es que muchas empresas evitan participar de licitaciones a obras como la construcción de APR, por el temor a ser atacados o sufrir el robo de maquinarias.

El Presidente de la CChC de la Araucanía, Luis Felipe Brainwaithe afirmó que “es una necesidad de las tres regiones que son parte de este desafío, dar solución concreta a un problema que permanece en silencio pero debe ser atajado: la falta de infraestructura y obras en la Macrozona es una vulneración a los Derechos Humanos de miles de personas”.

“No contar con algo básico como el agua, alcantarillado o una buena casa para el invierno. En otras zonas tenemos que reconstruir escuelas quemadas, centros asistenciales, caminos y puentes que han sido derribados. Es una emergencia y como constructores sentimos el deber de actuar”.

Al dar a conocer la iniciativa, se entregó un petitorio de 5 puntos a las autoridades regionales y nacionales que apuntan a agilizar los trámites para proyectos de alta sensibilidad, como la construcción de APR:

1. Un plan de inversiones para cerrar brecha de acceso a servicios básicos en la macrozona sur.

2. Una revisión profunda de los procesos burocráticos y de financiamiento que demoran en promedio 12 años la construcción de APR

3. Asignación de recursos para pavimentación en zonas rurales. Menos del 10% de estas calles están asfaltadas, generando serios problemas de transporte y aislamiento.

4. Inclusión del desarrollo territorial y enfoque intercultural en la evaluación de proyectos de infraestructura vial.

5. Construcción segura: plan concreto para garantizar la seguridad de las obras y los trabajadores.

Este proyecto contará con redes sociales y una página web en la que se irán mostrando datos e historias reales de familias que ya se han visto beneficiadas por obras básicas, así como también de aquellos que aún tienen necesidades urgentes. La idea, explican desde la CChC, es generar un movimiento que permita motivar a que las empresas constructoras participen de las licitaciones y las autoridades promuevas más recursos para la Macrozona